El carril bici que une las localidades de Campohermoso y San Isidro comienza a concluir las obras de la plataforma sobre la que irá la zona de rodadura.
Soterramiento de cableado, conducciones de agua o saneamiento, y un enorme trabajo de movimiento de tierras que van a aportar no sólo una vía ciclopeatonal, sino una nueva dimensión a la zona que une las dos localidades más pobladas de la Comarca de Níjar.
La inversión es de unos 1,3 millones de euros, se ejecuta con fondos propios y está previsto que antes de que finalice el año las obras estén prácticamente terminadas, porque la parte más difícil es precisamente la que se ha estado llevando a cabo durante estos meses. La alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez, y varios concejales del equipo de Gobierno, vienen supervisando la marcha de los trabajos para evitar, en la medida de lo posible, más incomodidades de las que naturalmente generan este tipo de actuaciones integrales.
“Tenemos la certeza de que será uno de los cambios vertebradores en Níjar, una de las obras que van a marcar una época, porque algo que nos ha demandado tantísima gente y de manera tan constante no es una obra más, sino la obra que todos esperaban. Nos ayudará no sólo a aliviar la circulación en esta vía que es la que más densidad de tráfico interior soporta, sino que las nuevas rotondas, la iluminación con la que se dotará la vía y los servicios que hemos podido mejorar aprovechando las obras, nos abren numerosas posibilidades entre los dos principales pueblos de la comarca en número de habitantes y actividad económica que desarrollan. Nuestra imagen interior también es parte de la imagen que exportamos en cada tomate pero, sobre todo, nos hace sentirnos más orgullosos de nuestra tierra, de verla crecer y tener cosas que, sencillamente, nunca antes se habían podido disfrutar por los vecinos”.