Tras su estreno en 2024, la música, artesanía, gastronomía y medio ambiente se volverán a dar la mano en esta cita que crece en programación y se desarrollará los días 10, 11 y 12 de octubre
Dice el refrán que lo difícil no es llegar sino mantenerse. Y eso es lo que ha hecho con creces el festival Otoño y Sal que celebrará su segunda edición los días 10, 11 y 12 de octubre: batir sus propias marcas agotando las entradas tres meses antes de su celebración. Ya que el año pasado lo hizo ‘tan solo’ con un mes de antelación.
Un éxito indiscutible que refrenda el buen trabajo desempeñado por este evento cultural de primer nivel que organiza el Ayuntamiento de Níjar junto con la productora almeriense Crash Music y con el apoyo de Diputación Provincial, Junta de Andalucía, Estrella Levante y la Fundación Music For All.
De este modo, los cantautores El Kanka y Valeria Castro ofrecerán su particular forma de contar la vida, de historias humanas y matices que no esconden ni sus orígenes, andaluz y canario, ni tampoco su amor por las sonoridades del folclore latinoamericano. Los sevillanos Derby Motoreta’s Burrito Kachimba aportarán la fuerza de su autodenominada “kinkidelia”, donde el rock andaluz se abraza con terrenos de blues, progresivos o hardrockeros según la canción.
Iseo & Dodosound y Carlangas ofrecerán la vertiente más electrónica y contemporánea, pero siempre desde una sofisticación bien entendida, con elegancia y estilo. El argentino Coti llevará su colección de éxitos populares y esa manera inconfundible de cantor de historias que también poseen otros paisanos suyos como Calamaro o Ariel Rot, mientras que Las Migas pondrá el soniquete rumbero con su habitual maestría para las voces armonizadas a compás.
Hay que recordar que el festival contará con una jornada de bienvenida para la tarde y noche del día 10, cuyas actividades se desvelarán más adelante y que el 12 de octubre habrá un concierto final de altura con el argentino Coti en la Isleta del Moro, para el que sí quedan todavía un pequeño cupo de entradas disponibles en la web oficial del festival https://festivalotonoysal.es/.
Las entradas han volado de nuevo para la puesta de largo de este evento cultural de primer nivel por lo atractivo de su formato ‘boutique’, un encuentro exclusivo en un espacio privilegiado, tanto por la cuidada selección musical, como por el protagonismo de la artesanía, la gastronomía y el medio ambiente de una zona sin igual en toda la geografía española.
De esta forma, Otoño y Sal vuelve a contar con la confianza de un público proveniente de numerosas zonas de España, al calor de las bondades del inicio del otoño junto al mar Mediterráneo y un espacio tan especial como Rodalquilar o la Isleta del Moro.
Tal y como apuntó en la presentación en FITUR de esta segunda edición, el alcalde de Níjar, José Francisco Garrido, apuntaba que “uno de los principales valores que buscamos con Otoño y Sal es alejarlo de las fechas habituales del verano, que es donde se agrupan la gran parte de los festivales y ofrecer así un respiro a todos los amantes de estas experiencias que aúnan un marco excepcional como es Níjar y la buena música, aprovechando el buen tiempo que tenemos en el mes de octubre: reforzando así la desestacionalización del turismo, con todo lo bueno que conlleva para el empleo y la riqueza de los comercios y hostelería de la zona”.
En la misma línea, Diego Ferrón, desde Crash Music, vuelve a agradecer “la confianza de todas las administraciones que creyeron en este proyecto con el que buscamos generar un cartel acorde a las condiciones de no masificación, de sostenibilidad y con una sensibilidad especial en cada una de sus propuestas”.
Los datos de la primera edición de Otoño y Sal presentados entonces ya hacían prever que la segunda en octubre de este año será todo un éxito y con visos de crecimiento ya que las encuestas de satisfacción realizadas determinaron que el 90% se mostraba satisfecho o muy satisfecho con la localización del evento y el 92% consideró que el festival es compatible con la sostenibilidad medioambiental del Parque. El 93 y 94% repetiría la experiencia y se la recomendaría a una de sus amistades… Resultado: entradas agotadas.